Blog guía para jóvenes emigrantes de España.

lunes, 24 de marzo de 2014

Adáptate y disfruta

Hoy voy a explicar por encima cómo son las infraestructuras en Perú, y algunos consejos para el día a día.

No voy a hablar mucho sobre documentación necesaria para residir, ya que otros blogs y páginas lo explican con detenimiento; yo entré como turista y según vaya la aventura, me regularizaré de una forma u otra.

Primera precaución: la comida. Tengan en cuenta que cuando salimos de España, nuestros estómagos son asépticos y que venimos de un país en el que la comida, además de no saber a nada y tener menos nutrientes que una piedra, está totalmente limpia de bacterias, por lo que quieras o no, seguro que pasarás unas semanas malo del estómago, pero eres fuerte y se pasa. Por lo que hay que evitar en lo posible, comer en puestos callejeros o de dudosa procedencia.

El sistema de aguas es bastante precario, porque su conducción es de materiales de baja calidad y no suelen clorar el agua como en España, además de que la presión es mínima y suele venir con bastante cal; mi consejo es que uses siempre agua embotellada para beber y cocinar, y si puede ser de MANANTIAL mejor. Procura evitar el agua embotellada que ponga 'agua tratada', esas aguas suelen venderla: Pepsico y Cocacola (multinacionales que velan por tu salud), ¡ironía!.

El transporte te sorprenderá, porque cualquier persona con auto podrá ejercer de taxista, por supuesto con menos papeles y licencias que el burro de un gitano; intenta no ir de pardillo y regatea cuando sea evidente que te quieran hacer pagar mas que a un lugareño (tampoco es cuestión de ser ridículo, adáptate a las circunstancias nuevas y chocantes, es parte de la magia de Perú).

Tengan en cuenta que en los países de Sudamérica, las relaciones humanas son más cálidas y familiares que en España, según me cuentan, en España hace 40 años eran similares los encuentros familiares y entre amigos, pero ya saben cómo ha sido la degradación vivida a todos los niveles en nuestro país. Yo he tenido la inmensa suerte de vivir la misa del primer aniversario del fallecimiento de un cabeza de familia y su posterior cena y celebración, considero algo mágico recordar a alguien con un gran banquete en su casa con decenas de familiares, amigos y vecinos, y después tomar unas chelitas (cervezas), hasta el amanecer, escuchando cumbias peruanas en directo, sintiendo la cercanía de personas que acabas de conocer y te abren las puertas de su casa, sin más.
Yo al estar viviendo en un pueblo de Perú, estoy conociendo las costumbres y la parte profunda de una sociedad, a la que evidentemente ha llegado la tecnología, pero que evita caer en el materialismo y simplismo del “primer mundo”, por lo que no se extrañen si entran a un mercado y las carnes están simplemente colgadas sin refrigerar y con alguna que otra mosca dándose un festín, los perros callejeros paseándose como “Pedro por su casa”, y las calles sin asfaltar con una simple capa de polvo.
Es duro encontrarte a más de 10000 km de tu casa, pero en el fondo compruebas  que vayas donde vayas todos tenemos las mismas inquietudes, problemas y sueños, así que disfruta, adáptate y lucha por tus sueños.       
Recomiendo una excelente canción peruana: Valicha de William Luna

martes, 11 de marzo de 2014

Huarmey en imágenes

  Esta son las playas de Tuquillo, a unos kilómetros del pueblo de Huarmey.
 
 

Huarmey, la plaza de armas, lugar de encuentros y tranquilidad.
 

                              El paisaje es casi desértico pero precioso en su inmensidad.

                          
             Estas son las vistas desde mi habitación, aquí el Sol se pone por el mar.


miércoles, 5 de marzo de 2014

A PERÚ SIN LIMITES

Escribo estas líneas cuando pasan 72 horas de mi llegada a Perú, lo primero que me gustaría relatar son las sensaciones y sentimientos que recorren todo tu cuerpo cuando despega el avión: miras por la ventanilla y ves alejarte de suelo español, con dos maletones y sin saber realmente adonde cojones vas... Se apodera de tí una fuerza superior que sólo las personas que lo han vivido entenderán. Miras atrás y no sabes exactamente si sentirte orgulloso de lo que haces, descojonarte o tirarte del avión, es algo realmente impresionante.

Las más de 11 horas son interminables y lo único que deseas es llegar a Lima, para ver el mundo que maravilló a tantos viajeros en la antigüedad y comprobar con tus propios ojos cuán maravilloso es (o lo que queda de estas tierras), si realmente tendrás oportunidades, y cómo encajar en un país tan parecido, pero a la vez tan distinto.

Hasta que el comandante comunica que en breve aterrizaremos en Lima, y entonces tu vida y tu entorno cambian, dando un giro de 180 grados.

Bienvenidos a Perú, 22 grados (Verano), las 22 horas del 28 de Febrero de 2014.

Todos tus sentidos se agudizan, escuchas a la gente hablando en tu idioma pero con un acento distinto,mucha educación y ese toque característico de dulzura sudamericana, los olores te despiertan un no sé qué, y las personas con otra fisonomía y otros rasgos captan tu atención. Sales del aeropuerto, te choca el caos, todos los conductores pitan en una especie de vorágine y orden a la vez, y efectivamente corroboras estar a 10000km de España, todo ello con una especie de sonrisa inquieta y fascinante (demasiadas emociones para 24 horas).

A la mañana siguiente emprendemos el viaje hacia el destino final, Huarmey, a unos 300 km de Lima hacia el norte (territorio de Ancash), el viaje transcurre por la Panamericana Norte, es la carretera que atraviesa Sudamérica de punta a punta. El paisaje es realmente espectacular: grandes extensiones desérticas (muy parecido al paisaje de Marte), con grandes dunas junto a las costas de playas vírgenes, los buitres sobrevolando como auténticos guardianes de esos paisajes, pequeños asentamientos con casas hechas de ladrillos y cañas, algo realmente fascinante para el forastero "urbanita made in Spain", y todo ello acompañado de buenas dosis de cumbias y música peruana (más adelante recomendaré buena música típica).

Y por fin llegada a Huarmey, allí espera la familia con la que vive mi padre y su compañera, de los que he escuchado mucho hablar, pero que hasta que los conoces, son auténticos extraños en un país lejano... Todo es realmente raro, pero conforme pasan las horas, la sensación de inquietud va desapareciendo para dejar paso a esos aires de tranquilidad, felicidad y ese surrealismo sano, pero siendo siempre consciente de donde estás.

Más adelante explicaré cómo son sus vidas, caracteres, costumbres y lo importante que es la felicidad para un pueblo, al que todavía le queda mucho para pervertirse como el español, aunque no todo es mágico y bohemio.

Espero transmitirles lo mejor posible la experiencia, y así sepan cómo funciona la cosa por Perú.